La función debe continuar, poco importa si el respetable está sufriendo el espectáculo , para los actores de la 4T lo verdaderamente indispensable es no perder el ritmo, aprovechar cada instante y transformarlo en propaganda.
Ahí tiene usted, estimado lector, al Director del IMSS, Zoé Robledo, que con tanta frescura omite referirirse al tema de la fallida compra de 2,500 ventidores, nunca sabremos si tuvo que ser cancelada porque los enemigos del régimen, entre los que se encuentran esas organizaciones de la sociedad civil, que se meten en donde no los llaman, descubrieron que el intermediario era un hampón y el sobreprecio un escándalo, o era simplemente una cortina de humo para distraer la atención mientras se compraban los dichosos ventiladores a los compadres, a precio de oro. Para muestra un botón, los ventiladores obsoletos que el hijo de Bartlett ha vendido, sin licitación de por medio al ISSTE, IMSS, SEMAR y SEDENA.
Pero Zoé no se aflige, poco le preocupa el enorme número de contagios y fallecimientos por COVID19 entre personal médico de clínicas y hospitales del Seguro Social por falta de protocolos y equipos de protección. Desde su lujoso vehículo aprovecha el trayecto a la reunión diaria en Palacio, para hacer un anuncio que desenmascara por completo la negligencia con la que se han conducido frente a la emergencia: “están llegando 25,000 overoles quirúrgicos que serán distribuidos en CdMx”, sí, leyó usted bien, están llegando, cuando se necesitaban desde hace dos meses. Acto seguido, ya instalado en la mañanera, el acto central no es el gran esfuerzo que están haciendo los hoteleros de la capital al ceder más de 1,500 habitaciones para que el personal de salud pueda descansar y asearse sin el riesgo de contagiar a sus familias. El acto central es la presentación de “Los Pinos” convertido en albergue para 100 médicos y enfermeras, ahí disfrutarán de amplios galerones en donde las camas de metal se encuentran dispuestas sin mediar división alguna y los baños serán comunitarios, pero eso sí, se les permitirán paseos por los hermosos jardines, de la otrora casa presidencial. Falta saber el costo de las adecuaciones, pero sin duda que ese dinero hubiera estado mejor invertido en apoyo de las empresas hoteleras y de su personal que han demostrado generosidad y empatía.
Y que decir del subsecretario López G, que en su espectáculo vespertino, maneja como si fuera acto de prestidigitación las cifras de muertes y contagios por coronavirus. Un día, al verse sorprendido frente a la prensa internacional, acepta que su método es altamente selectivo y que el número de afectados que diariamente anuncia como verdad última, está subestimado, que puede multiplicarse por 8, 10 o 12. Más tarde declara que el factor es 8.2, y durante algunos días en sus gráficas aparece el estimado. Hasta que ya no conviene y tan tan, simplemente el factor desaparece. Pero lo que no desaparece es la insistencia de la prensa, esa que no se deja hipnotizar, que exige información clara y precisa. Así es como una joven reportera del Reforma le insiste al Rockstar Sanitario de la 4T que proporcione el número de contagios, que sume a los que tímidamente controla y manipula a placer el método Centinela con los de la vida real y entonces fuimos testigos de un cambio en el semblante y en la actitud del subse porque no solo regañó a la periodista, le dijo que el factor no existe y la conminó a que eso no lo pusiera en su nota. Luego intentó rectificar y anunció que al día siguiente lo mencionaría.
Lo que pasó en ese vespertino encuentro dominical fue de verdad un acto de malabarismo discursivo y es que nadie podría negar que Hugo se pinta solo para la incontinencia verbal, habló de todo y de nada y al final, así como quien no quiere la cosa, dejó caer un mínimo esbozo del multicitado factor, pero se refirió a la semana 15, es decir, a mediados de abril, cuando los contagios eran poco más de 4,000 y entonces soltó el número de 104,000 casos estimados. Y es que no hace falta ser doctor en matemáticas para saber que el factor aplicado para esa cifra no es de 8, ni de 10, ni de 12. Está hablando el epidemiólogo de multiplicar por 25 los casos. Haga usted cuentas, si el lunes 4 de mayo habló de 24,905 casos podemos, aplicando el último factor utilizado por Gatell, hablar de 622,625 infectados activos. Y ahí el problema no es el número solamente, sino saber quienes son y dónde están, para que efectivamente se guarden en casa y se pueda evitar que el pico no sea tal y se nos junte el verano con el invierno, convirtiendo la cuarentena en una parálisis social y económica que el país no podrá resistir.
Le han llovido al subsecretario los señalamientos y descalificaciones, por la inconsistencia de sus datos y la manifestación de esa otra personalidad que se muestra displicente y burlona con los representantes de medios que le son incómodos. Pero para eso, nada mejor que el apapacho que alivia. Salir en la portada de una frívola revista de sociales, es un placer que se disfruta, pero merecer del mismísimo presidente que en la mañanera regaña a los que critican al tal Hugo, una triple exclamación de “no estás solo”, eso, eso no tiene precio. Y es que de verdad el problema de ellos, empezando por el presidente, no es estar solos, es sin duda, estar tan mal acompañados.
Ni hablar, son tal para cual. Dios los hace y ellos………….se juntan.
Ana Teresa Aranda Orozco