Jorge Marcelino Alejo
El cierre de 11 tiendas departamentales –Sears, Sanborns, Liverpool, entre otras- en varios puntos del país, como repercusión de la pandemia y con más de nueve mil personas despedidas, es el aviso de cómo se vienen tiempos de “vacas flacas” para el comercio. Es inevitable que el comercio, al que habitualmente lo nombramos como su Majestad, ya registra serio descalabro.
De hecho por el resumen que sacamos en reportes del INEGI durante el año 2020, descendieron las ventas al menudeo. Es más, con lo que llevamos del 2021 –que ya cerramos primer bimestre- la perspectiva es que habrá mucha similitud con el año pasado.
Y si los grandes comercios cierran por falta de ventas y los medianos y pequeños también cierran o venden poco, simplemente estamos ante baja demanda. Por supuesto, los empresarios del comercio saben lo que deben hacer.
Pero lo sorprendente en la economía poblana, es que ante este inminente panorama nada halagüeño para empresarios del comercio, es que cuando esperaríamos nuevos planes de negocio o nuevas acciones que propicien la inversión generadora de riqueza, Ignacio Alarcón presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Puebla, informa que los empresarios van a sanitizar al transporte urbano de la Angelópolis, como si no hubiera quien debe hacerlo.
Aún más, al inicio de esta semana sorprendió al destacar que el 98 % de los empresarios no tiene planes de inversión ni en el corto ni el mediano plazo. Desde luego, no advierten rentabilidad.
Tras un año de pandemia, en que día a día se fue mermando la economía sin que nadie la detenga ni levante una ola en su contra, es preciso que vayan surgiendo decisiones que contrarresten el efecto negativo del Covid19.
Y son los empresarios, forjados en las últimas décadas incluidas las finales del siglo pasado, quienes sacarán la casta esencialmente en la inversión, pero sobre todo, en los nuevos perfiles de negocios que levanten la economía. El show tiene que seguir. La vida continua y las nuevas generaciones tocan a la puerta.
Un punto a destacar, es que con el cierre de comercios de grandes capitales, estarán dejando espacios que en otras circunstancias nunca lo harían, al contrario, siempre buscan cómo extender sus mercados y sus ganancias.
Tampoco soslayen, que si ahora bajan cortinas tiendas departamentales, su estrategia de crecimiento no varía y menos se cancela.
Por lo tanto, tienen que aparecer capitales poblanos para cambiar la escena de desastre económico que deja el Covid19. Se espera que los gobiernos en sus tres niveles, respondan en el tono que reclama la emergencia económica.
Es tiempo pues, de que brote el arrojo y audacia de los hombres de negocios, que de no reaccionar, como lo apunta la historia comercial poblana, vendrán capitales de otras latitudes y surgirán negocios que los dejarían chiflando en la loma.
M E M O R A N D U M
POLO SIN ALIANZAS
Uno de los méritos de admirar en Polo de Lara, consejero Presidente del Grupo Puebla 500, al ser candidato a la Presidencia Municipal de Puebla por el Partido Encuentro Solidario –PES-, es que va solo y sin las alianzas partidistas que son una afrenta para la clase política. Se ve difícil que cuaje esa mescolanza de PAN, PRI y PRD, que desde su inicio, se apreció falsa por los postulados que cada uno defiende.
Pero como los tiempos políticos empujan al año electoral, ya están en camino las campañas políticas. En ellas esperamos que Polo de Lara haga un papel estelar que marque pautas sobre lo que puede hacer y alcanzar el PES, que aun considerado en embrión político, crecerá con propuestas como las que Polo de Lara ha impulsado desde el Grupo Puebla 500, donde no se ignore al ciudadano y prioricen los servicios públicos.
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