jueves 12 diciembre 2024
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Severo revés al Presidente y a la 4T Por Rodolfo Herrera Charolet

Ahora sabemos que el presidente de México para articular el discurso al que está acostumbrado, debe tener un enemigo a quien destruir, una realidad inapelable y realista, el tabasqueño no va a cambiar y con esa disposición de seguir dividiendo  o fragmentando al país, una conducta permanente que dañará severamente al partido que formó y lo llevó al poder.

Lejos de propiciar una actitud conciliatoria, el mandatario lanzó su arenga en contra de los enemigos a destruir en el segundo y último tramo de su mandato; la clase media, los católicos y todos aquellos aspiracionistas que pretenden una vida mejor.

La mala noticia es que en esa destrucción, al presidente no le alcanzará el presupuesto, para seguir tirando los recursos públicos en la construcción del clientelismo electoral o como él también lo dijo… en la manutención de sus mascotas; El viernes 29 de marzo de 2019, frente a su micrófono madrugador al defender los programas sociales que impulsa afirmó:

“Está claro que la justicia es atender a la gente humilde, a la gente pobre. Esa es la función del Gobierno. Hasta los animalitos que tienen sentimiento, ya está demostrado, ni modo que se le diga una mascota, a ver, vete a buscar tu alimento, pues se le tiene que dar su alimento, si pero, en la concepción neoliberal, todo eso es populismo, paternalismo…”

El mandatario criticó que mientras “los neoliberales” consideran que las acciones de rescate al sistema financiero son un “fomento”, la entrega de apoyos a la gente es “paternalismo, es populismo”.

La buena noticia es que la mayoría de la población en México es católica y hay una creciente clase media “aspiracionista” que desea vivir mejor. A pesar de la crisis 2019-2021, las clases medias representan más de la mitad de la población que votó el pasado 6 de junio de 2021 y otorgó a la representación parlamentaria mayor contrapeso. Así que partiendo de la base de que la 4T enfoca sus baterías en el clientelismo electoral, su potencial de votos disminuye a medida de que falte el presupuesto; necesario para alimentar al pueblo empobrecido que requiere seguir siendo subsidiado.

En los próximos 36 meses para el próximo proceso electoral, con un Instituto Nacional Electoral fortalecido (81% de confianza), de seguir el discurso divisionista y agresivo del presidente en contra de la clase media,  podría incrementar su rechazo y que el nervio ciudadano vote nuevamente en contra de la 4T. La decisión presidencial se centrará entre seguir culpando a las administraciones anteriores o atender los problemas nacionales y aportar soluciones.

En un discurso divisionista sin corregir el rumbo económico ante empresarios que exigen certidumbre, los resultados pueden ser catastróficos. Aumento de la pobreza, no obstante de ser subsidiada, mayor inseguridad, desempleo y falta de opciones económicas para solventar la crisis. Por si acaso una nueva epidemia podría ser el pretexto presidencial, que le venga como “anillo al dedo” para justificar su ineficiencia.

Sin embargo, a pesar del discurso mañanero, que menos población sigue, las redes sociales y los multiplicadores de medios informativos, que la clase media consume, podrían darle un severo revés al Presidente y a la 4T.

¿O no lo cree usted?