viernes 26 julio 2024
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Padrinos abandonan a Claudia Rivera… Beatriz Gutiérrez, Durazo, Romo, César Yáñez

Lo que hasta ayer representaba parte esencial de su fortaleza para enfrentar y encarar abiertamente al gobernador Luis Miguel Barbosa, hoy comienza a ser parte de la debilidad de Claudia Rivera Vivanco, al ya no contar con el respaldo de quienes despachan en Palacio Nacional.

Las llamadas ya no son respondidas.

Las citas se cancelan de última hora.

Los mensajes no tienen respuesta.

Ayer, sí.

Hoy, no.

Beatriz Gutiérrez Müeller –esposa del presidente López Obrador– optó por hacerse a un lado.

Alfonso Durazo Montaño ya no es secretario de Seguridad Federal y está abocado cien por ciento a su campaña por la gubernatura de Sonora.

Alfonso Romo Garza dejó la jefatura de la Presidencia.

César Yáñez Zenteno permanece en la “congeladora” y su voz dejó de ser escuchada; ni su esposa –Dulce María Silva– ni hermana –Claudia Yáñez– lograron candidatura al gobierno de Tlaxcala y Colima, respectivamente.

Julio Scherer Ibarra, consejero Jurídico de la Presidencia, decidió no involucrarse.

¿Qué pasó?

¿Por qué se cerraron esas puertas de Palacio Nacional?

Trasciende que la máscara de lealtad a Morena que le abría esas puertas con parte de esos personajes del gabinete… ha ido cayendo poco a poco.

La “relación institucional” con Luis Banck, José Antonio Gali y Martha Érika Alonso pasó a “relación de intereses y respaldo económico” en la recta final de la campaña electoral de 2018, dándole la espalda Barbosa.

Ahí inició el parteaguas de doña Claudia.

Que prosiguió cuando “compró” –y fue utilizada- el pleito que hay entre Alfonso Durazo y Ardelio Vargas.

Corría el 2005 y dos agentes del CISEN daban seguimiento al ex secretario particular y vocero de Vicente Fox, que fue renunciado de Los Pinos por filtrar la intención de Martha Sahagún de suceder en la Presidencia a su esposo Fox Quezada.

Y resulta que Ardelio Vargas era el responsable del CISEN.

Y Durazo lo culpó.

Y juró cobrar la factura.

Y ésta llegó años después -2018- al asumir Alfonso Durazo la poderosa Secretaría de Seguridad Ciudadana con López Obrador.

La vida y sus circunstancias.

Las circunstancias de la vida.

-Porque- 15 años después, la Cuarta Transformación llevó al “reencuentro” Durazo-Ardelio.

Ambos integrantes del gabinete de seguridad. Uno a nivel nacional. El otro en la entidad poblana.

Y se da el ajuste de cuentas.

Durazo utiliza a la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, para el “cobro de factura”.

Antes, Durazo “vendió” a López Obrador que Ardelio Vargas –asesor del mandatario Barbosa Huerta– “era amigo y socio de Genaro García Luna”, detenido en Estado Unidos.

Lo que llevó a que iniciara la carnicería mediática y política contra Ardelio que estalla en marzo de 2020 cuando Luis Miguel Barbosa acuerda con la alcaldesa el relevo en la Secretaría de Seguridad del Municipio.

Pero en plena sesión de Cabildo Claudia Rivera recula y da marcha atrás y no permite salida de Lourdes Rosales, por lo que Carla Morales Aguilar no pudo tomar posesión.

Rivera Vivanco fue respaldada por Durazo Montaño y ganaron la partida a Barbosa-Ardelio.

Mas la intriga palaciega fue cayendo y al final Durazo perdió bonos ante López Obrador.

Y Barbosa los ganó.

Tan es así, que Ardelio Vargas continúa de asesor con todo el poder y manejo de la seguridad con el “Grupo Chiapas”.

Ello siguió sumando a la pérdida de confianza a doña Claudia en el equipo de Palacio Nacional.

Por ende, las llamadas no son respondidas.

Las citas se cancelan.

Y lo que ayer era fiesta y alegría, hoy es desolación.

Pese a ello, Claudia confía en sus “madrinas” Bertha Luján, Citlalli Hernández y su mamá Eloísa Vivanco.

¿Le alcanzará para influir en la decisión en el Comité Ejecutivo Nacional de Morena?

¿Mario Delgado cerrará los ojos ante las encuestas que ubican a la alcaldesa en lugar 97 de 100 ediles?

¿Y que en Puebla capital la reprueban 70 de cada 100 poblanos?

¿Con esa calificación podría retener el ayuntamiento en comicios de junio venidero, cuando el PAN lleva a Eduardo Rivera Pérez?

Al tiempo.