RUMOR SIN FRONTERAS: Gerardo Pérez
Los hechos hablan por sí mismo y nada hay que agregar, salvo citar la cachaza e inmoralidad de los dirigentes del CEN del PRI y del CDE, Alejandro Moreno Cárdenas y Néstor Camarillo Medina, respectivamente, quienes son títeres del titiritero, y dueño de la franquicia tricolor, José Murat Casab.
–Alito– Alejandro Moreno llevó al Revolucionario Institucional a perder por primera vez, en su historial de 80 años, 8 gubernaturas en una sola elección y no ganar una sola entidad de las 15 que se disputaron el pasado 6 de junio.
El tricolor no solo quedó con cuatro estados gobernados –Oaxaca, Hidalgo, Coahuila y Estado de México-, sino también perdió CINCO MILLONES DE MILITANTES.
Vaya catástrofe del otrora partidazo.
Y ni así, –Amlito-, así lo bautizó Ulises Ruiz– Moreno Cárdenas tuvo el decoro y dignidad para renunciar a la dirigencia priista, tal y como lo hizo en 2016 Manlio Fabio Beltrones al perder 7 gubernaturas y ganar 5.
Al contrario, el campechano se mantendrá hasta el 2024, para ello tiene atrás de él al “padrino” Murat Casab.
Amén de que arribará por la vía plurinominal a la Cámara de Diputados el primero de septiembre.
¿O no es así, don José?
Historia similar tiene Néstor Camarillo, “poderoso” presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, cuyo arribo fue duramente cuestionado por su escaza ascendencia en los liderazgos, organizaciones y militancia.
Pero no solo eso.
Si algo se sabía de Néstor Camarillo era por su gestión al frente del municipio de Quecholac -2014/2018-, la cual estuvo enmarcada por presuntos acuerdos y negocios con las bandas del huachicol.
Ello no importó, menos interesó, al “Grupo Oaxaca”, comandado por José Murat y cuyos alfiles son los oaxaqueños-poblanos Jorge Estefan Chidiac y Javier Casique Zárate.
-Pues- Estefan y Casique requerían de un títere en el PRI de Puebla y qué mejor personaje que Néstor Camarillo.
Independiente a que de manera sospechosista el expediente de Cuenta Pública de su administración municipal “se guardó” en el baúl del sótano de la Auditoría Superior del Estado a inicios de este año, las denuncias de corrupción y venta de candidaturas a cargos de elección popular ha sido el sello de su “liderazgo”.
Desde cursos patito, hasta encuestas patote, denunciaron pre candidatos priistas.
Únicamente por “cursos” y “encuestas”, Camarillo tuvo ingresos por cerca de 70 millones de pesos, que él, y solamente él, sabe a dónde fueron a parar; lo cierto es que no llegaron a las arcas de la secretaría de Finanzas.
Tan fuerte y conciso es el liderazgo de don Néstor, que el PRI tuvo 860 mil votos en la elección a gobernador con su abanderado Javier López Zavala, quien perdió frente al panista Rafael Moreno Valle en 2010.
Y en los comicios del pasado domingo 6 de junio el Revolucionario Institucional logró 250 mil sufragios.
O sea, en 11 años el tricolor ha perdido 610 mil votos priistas.
No pasa nada, el PRI está más fuerte que nunca.
El PRI está de pie.
El PRI va por Palacio Nacional en 2024.
El PRI ganará Casa Aguayo en 2024.
Claro que el soñar no cuesta nada.
SE NIEGA A PAGAR ADEUDO CON ESTRUCTURA ELECTORAL
A semanas de arribar al Congreso del Estado, le estalla enésimo escándalo a Néstor Camarillo ahora por falta de pago a su estructura electoral.
Cualquier dirigente partidista tiene más que claro que el equipo electoral es el “corazón” de los institutos políticos.
Con ellos se gana.
Y sin ellos se pierde.
De ahí no se entiende el por qué Camarillo se ha negado a pagar adeudo que tiene con los 52 coordinadores electoral del PRI, con quienes se comprometió a pagarles 35 mil pesos más gastos de estancia.
Después de intensas presiones y a días de celebrarse las votaciones pasadas, les dieron un abono de 15 mil pesos.
Les juró –y volvió a jurar- que al término jornada comicial les serían liquidados los 20 mil pesos restantes.
Pero a 73 días… todo ha quedado en vanas y falsas promesas.
Por lo que ayer José Cárdenas, coordinador regional electoral del PRI estatal, en rueda de prensa acusó el incumplimiento y falta de pago del “dirigente” Néstor Camarillo.
No hay la menor duda, Alejandro y Néstor son los títeres del titiritero José.
Ambos continuarán al frente del PRI nacional y estatal -2024-, porque así conviene a los intereses del titiritero y poseedor de la franquicia tricolor José Murat.
Y en la contienda por la Presidencia de México en 2024 no dude –apreciable lector- que el PRI se transformará en PRIMOR.
Al tiempo.