viernes 26 julio 2024
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La otra epidemia, el gasto público y el etiquetado frontal.

Por Salvador López-Huerta

Desde los romanos ya se decía: “Mente Sana en Cuerpo
Sano”, ahora escuchamos algo parecido: “haz ejercicio,
come o aliméntate bien”, ese “bien” intuitivamente quiere
decir, sanamente. Frases que toman relevancia en estos
tiempos.
La pandemia de Covid-19 nos obligara a retomar una
alimentación sana, la de casa, eliminando gradualmente
la mortal chatarra.
Hace días la Secretaria de Salud Federal daba cuentas
que el 71% del total de mexicanos fallecidos por Covid-
19 tenían algún tipo de comorbilidad (obesidad,
diabetes, hipertensión, tabaquismo, insuficiencia renal
crónica, entre otras).
Esto evidencia que la mancuerna Obesidad-Covid ha
sido devastadora para México.
Alimentos Y Bebidas Un Mercado Muy Rentable En Mx
Se sabe que la industria de alimentos y bebidas han facilitado muchas actividades en el
hogar, entre ellas el de cocinar. De ahí el éxito de esta industria, pues proporciona bebidas
y comida procesada, que si bien es cierto tiene un buen sabor y es rápida, también es cierto
que es altamente dañina si se consume habitualmente.
Según el Reporte de la Industria de la Comida Rápida, en 2018 el valor de mercado de la
industria de alimentos fue de $203 mil millones de pesos aproximadamente, cantidad nada
despreciable.
Infortunadamente el éxito de esta industria significa en la mayoría de los casos el detrimento
de la comida casera, tradicional o la llamada “slow food”.
A pesar de que nuestra deliciosa cocina tradicional tiene una calidad superior en sus
ingredientes, y en su proceso de elaboración, no ha podido detener el avance de la comida
chatarra o la “fast food”, echando raíces principalmente en la juventud.
Cambios en los Hábitos Alimenticios, Cambios en la Salud.
Para la OMS, la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es el desequilibrio entre la
ingesta calórica y el gasto calórico. Es decir, un aumento en la ingesta de alimentos ultra
procesados con abundantes grasas, azúcares o sales y la disminución de actividad física.
Estas dos causas han sido los desencadenantes del sobrepeso, la obesidad y otras
morbilidades que cada año cobran la vida de muchos mexicanos, y que según el Dr. López-
Gatell: “seria hasta el 7% de muertes que se producen al año están relacionadas con
enfermedades cardiovasculares derivadas tan solo del consumo de bebidas altamente
azucaradas, equivalentes 40 mil muertes al año”.

La Epidemia de Obesidad-Sobrepeso y la Alerta del Gobierno Mexicano del 2000-
2020

Los datos abiertos en el Portal del Gobierno de México, muestran como el gasto público
destinado al sector salud crece, crece y crece. En dos décadas dicho gasto, este se ha
duplicado pasando de 284 mil millones en 2000 a 625 mil millones en 2020.
Algunos podrían argumentar que dicho crecimiento en el rubro de salud se debe al
crecimiento natural de la población, y quizás podría ser verdad, sin embargo hay una
evidente correlación entre el consumo de estos productos altamente procesados, el poco
ejercicio y las muchas enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, hipertensión,
leucemias, etc.
Esto sin mencionar los efectos derivados de esos malos hábitos alimenticios en los niños,
que van desde la desnutrición, baja talla, bajo desarrollo intelectual de los infantes, hasta la
muerte prematura.
Cabe mencionar que algunos investigadores van más allá de las enfermedades y de los
efectos mencionados, y vinculan el consumo de la comida-bebida chatarra con el nivel de
agresividad en los infante-adolescentes.
Por ejemplo, la Investigadora especialista en medicina ortomolecuar, Teresa Villarreal
afirma que se debe cuidar la salud de los niños y jóvenes, evitando que vivan con un cuerpo
ácido que les cause malestar y les provoque reacciones negativas como rebeldía,
agresividad. Y remata diciendo: “Esas actitudes no son normales de ciertas etapas de la
vida, pero si son consecuencias de una nutrición incorrecta”.
La Política Pública para Combatir la Otra Epidemia
Ante la avalancha de argumentos estadísticos, recomendaciones, y declaraciones de
actores políticos y empresariales para tratar la obesidad-sobrepeso y sus nefastas
consecuencias, el Gobierno mexicano ha puesto manos a la obra para obligar a la rebelde
industria refresquera y de alimentos a etiquetar frontalmente sus productos, donde
especifique principalmente en términos claros la existencia de excesos en sales, grasas o
azúcares.
A manera de Colofón
El etiquetado frontal, como primera medida es buena, porque obligará a que la industria
replantee sus fórmulas, ingredientes y procesos, pero sobre todo la manera en cómo se
comunica con nosotros, sus clientes, siendo asi corresponsable en lo que vende. Esta
medida nos ayudará a tomar mejores decisiones con respecto a lo que adquirimos y
consumimos.
Slds estimados amigos.
Hasta una próxima entrega.
M´SLH