Los errores que, en la mayor parte de los Municipios y los Estados, han cometido en contexto, del grave problema de la Inseguridad, al colocar, a Secretarios de Seguridad que son improvisados o, definitivo incompetente en la materia, colocan la disyuntiva del uso indiscriminado, de nuestras Fuerzas Armadas, como la solución de todos nuestros males.
La carencia de una Estrategia Integral, conlleva que en cada lugar que, como la humedad, aparece la Inseguridad, los Funcionarios encargados de dar respuestas, empiezan una escalada de ocurrencias de todo tipo.
Hoy que tenemos un confinamiento obligado, en cada Municipio, se debería estar planeando el cómo se mejora la Seguridad en su demarcación, pero esto no sucede, todos estos, mal llamados Funcionarios de Seguridad, traducen su trabajo en una rutina de hacer lo mismo todos los días de la semana.
La Delincuencia Organizada y no Organizada, observa analiza y aplica Estrategias, para obtener sus aspiraciones sin falla alguna, decía uno de mis maestros, para contrarrestar la Delincuencia, hay que pensar como ellos, y no esperar reaccionar, después del niño ahogado.
No se escapa, tampoco lo que se realiza desde la Federación, hoy sabemos de la renuncia del Doctor Durazo, con una actuación en su permanencia del cargo desastrosa, no hubo avances significativos de nada, tal es el caso que la Famosa Guardia Nacional, no acaba de arrancar, ni saber que es su función real.
Nuestras Fuerzas Armadas, se han convertido en una especie de apaga fuegos; en tiempos de los Gobiernos del Partidazo, eran sujetos de colaborar en una represión disimulada, en los Gobiernos Panistas, fueron instrumento de una Guerra innecesaria y, mal llamada contra el Crimen Organizado.
Hoy afrontan una serie de actividades, que van desde la Construcción hasta la Seguridad de todos los mexicanos, es bien sabido que se tiene que tener Constitucionalmente, una Policía que le dieron el nombre de Guardia Nacional, con elementos directos de las Fuerzas Armadas con salarios dependientes de ellos; entonces, ¿que no somos capaces de construir policías eficientes?
Las Organizaciones Delincuenciales, están ahí, en la búsqueda de nuevos mercados de sus actividades, si las Fuerzas Armadas fallan, entonces que nos queda, nadie es quien, para determinar que el proyecto del Presidente, sea con afán de convertir un Ejército lleno de poder, pero así me lo parece y preocupa sobre manera.
Dentro de las facultades de la nueva Ley de Seguridad, se encuentra la de las Policías con intervención de investigación, pero el que desplacen a la Fiscalía General de la República, no es la finalidad, considero que en ello la persecución de los delitos debe descansar en la Fiscalía General de la República y, no como se pretende, que la Guardia Nacional lo haga.
Los factores que inciden en elevar los delitos, en primera instancia, es la desorganización que tenemos, los Soldados como tal, sean con uniforme de Ejército o de Guardia Nacional, no cuentan con el perfil de Investigadores de los Delitos, sus técnicas son de rápida solución; y no, de profundizar en la investigación.
Las Políticas Públicas en materia de Seguridad, su efectividad radica en, Instituciones Estables, Duraderas, que cuenten con la capacidad de aplicar la Ley y, cumplir con sus funciones a cabalidad; sino es así, el conocimiento y la capacidad de cubrir Territorios es nula.
La Gobernabilidad de la Sociedad, es un asunto mayor, no de ensayos, que por el solo hecho de un prestigio ganado por las Fuerzas Armadas, dará solución al problema de Inseguridad.
Las debilidades de la Gobernabilidad Democrática, crean un terreno fértil para las Organizaciones Criminales, las cuales como lo comento en renglones anteriores, se cuelan como la humedad, ¿cuándo la legitimidad del Estado se pone en duda?; cuando, se deja a una sola Institución, la tan delicada tarea de combatir la Inseguridad.
Los liderazgos de las Instituciones, no son con el plumazo del Presidente; sino todo lo contrario, son con la visión de Estado, que cada Secretario debe tener y, en ello implica, el saber decirle al jefe, los riesgos que representa para la Democracia, que solo el Ejército puede con la Inseguridad.
Las Políticas Públicas de Seguridad, su efectividad radica en Programas y Estrategias, estables y con financiamiento adecuado y, que permanecen en el tiempo, para entregar resultados medibles en forma escalonada; si la Seguridad se limita a las Fuerzas Armadas, los resultados tendrán mucha duda, pues el comportamiento Militar es de mucha secrecía.
Las alianzas son un factor del desarrollo en materia de Seguridad, este debe de ser entre Federación, Estados y Municipios; pero cada quien, está en una situación de jalar agua para su molino, nadie afloja y si aflige al Ciudadano.
Los asuntos de la Inseguridad, deben de empezar a verse con visión Regional; cada Sociedad, en las múltiples Regiones de México, es diferente con sus costumbres y necesidades, hay que empezar a ver de forma local y, dejar de ver con visión Federal.
El uso indiscriminado, de las Fuerzas Armadas, no habla bien de México en el contexto Internacional, las Cámaras de Diputados y Senadores, deben actuar y ser Democráticos y, no serviles al Presidente, todos anhelábamos un cambio, pero no un cambio sin Democracia; cada mexicano se los agradeceremos, hacer las acciones de una Nación no es por capricho o terquedad.
En pocos meses, cambiaremos a Diputados y, de nueva cuenta, se empezará al análisis de cómo afrontar la Inseguridad, nada perjudica más a México, que estos cambios bruscos y, sobre todo la falta de continuidad y la forma de realizar Políticas Públicas escalables y realizables.
“No hay hechos eternos, al igual que no hay verdades eternas”. (Friedrich Nietzsche)
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