Por enésima vez es válido el apunte: En política nada es casual, mucho menos fortuito.
Y así acontece con el arribo del “Paisano Presidencial” Adán Augusto López Hernández a la Secretaría de Gobernación federal.
Designación que lo llevó a dejar —jueves pasado— el Gobierno de Tabasco cuando llevaba en funciones dos años y ocho meses.
Y para dejar a un incondicional en la tierra del Edén Obradorista, no importó violentar la ley para imponer “al capitán” Carlos Manuel Merino, pues la Constitución de Tabasco cita que ante ausencia del mandatario “debe ser el Secretario de Gobierno quien asuma la responsabilidad”.
Y el titular de Gobernación, José Antonio de la Vega, el viernes por la tarde silenciosamente se retiró y dejó su renuncia en el escritorio, lo que llevó al Congreso Estatal designar “al Capi” Merino.
Nombramiento de López Hernández en Palacio de Bucareli que podría traducirse en implícito mensaje del mandatario Andrés Manuel López Obrador…
“Adán Augusto López es el ‘caballo negro’ de la sucesión Presidencial.
Claro sin dejar de asentar: podría ser el “caballo negro”.
Porque el lazo fraterno de López Obrador con López Hernández nace con el Notario Público Payambé López Falconi —padre de Adán Augusto—, quien apoyo jurídica y económicamente las batallas, marchas y demandas del joven Andrés Manuel en los 70-80-90.
Acotándose, que al corte de hoy AMLO tiene “dos corcholatas” para sucederlo: Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno
de la Ciudad de México y Marcelo Ebrard Casaubon, Secretario de Relaciones
Exteriores.
Porque está claro que Ricardo Monreal Ávila, líder de la bancada de MORENA en el Senado de la República, “no tiene ni tendrá la bendición al 2024” de López Obrador.
Resta esperar la actuación y manejo Adán Augusto López al frente de Gobernación, donde se verá si recupera la función de jefe de la política interior, retomar la interlocución con los 32 mandatarios estatales, Congreso de la Unión, Poder Judicial, Fiscalía General de la República, entre otras.
El punto de partida será la conformación del equipo de don Adán Augusto en SEGOB.
GOBERNADORES DEL SUR
SE SUMARÍAN PARA EL 2024
Tal y como se plasmó en este espacio el viernes pasado: López Obrador y López Hernández transitaron juntos en el PRI durante 25 años —1976 al 2001— Y del 2001 al 2013 en el PRD. Y del 2014 a la fecha, en MORENA.
De ahí, que los “amigos entrañables”, paisanos, uno de Macuspana, el otro de Paraíso, Tabasco, se enfilarán al segundo trienio del sexenio cerrando filas, uniendo esfuerzos y derribando obstáculos.
Sin olvidar:
Rosalinda López Hernández, hermana de Adán Augusto, es la Administradora General de Auditoría Fiscal del SAT y esposa del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas.
Silvia López Hernández, la otra hermana, su esposo es el político y empresario Humberto Mayans Canabal.
Y asentar, que al proyecto Presidencial del “caballo negro” se sumarían en automático los gobernadores de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez; la Electa de Campeche, Layda Sansores San Román.
Quintana Roo y Yucatán elegirán gobernador el próximo año y dependiendo quién gane, se uniría o no.
ADÁN AUGUSTO NO DEBE
OLVIDAR CASO CHUAYFFET
El periodista Jorge Fernández Menéndez en su columna “Razones” de Excélsior escribió: “Emilio Chuayffet en 1977 deja Gobernación, político poderoso, con experiencia, venía de gobernar, y bien, el Estado de México; había reemplazado a Esteban Moctezuma Barragán.
“La toma de posesión de Chuayffet en Palacio Nacional fue prácticamente la de un primer ministro y muchos pensaron que —Ernesto— Zedillo ya había decidido desde tan temprano hora la sucesión.
“Pero el poder es ingrato y desgasta; poco a poco la interlocución de Chuayffet se fue perdiendo, deteriorando. En las elecciones de 1997 al PRI no le alcanzaba para tener mayoría propia en la Cámara de Diputados.
La oposición, hasta entonces muy dividida entre el PAN y el PRD, más con el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en la Ciudad de México, parecía imposible alcanzar un acuerdo.
“Los errores de operación del gobierno, la incapacidad de hacer acuerdos con algunas de esas fuerzas opositoras, terminaron uniéndolas, y para el primero de septiembre se hicieron con el control de la Cámara de Diputados.
“Chuayffet trató de impedirlo hasta el último momento, amenazando incluso con no permitir que se instalara el Congreso. Fracasó, la interlocución con las fuerzas políticas recayó, desde entonces en Liébano Sánez, jefe de la oficina del presidente Zedillo.
“Unos meses después, Chuayffet dejó Gobernación en manos de Francisco Labastida, quien sería a la postre candidato presidencial, derrotado a su vez en 2000 por Vicente Fox”, concluye Jorge Fernández.
Cualquier parecido o semejanza con el arribo del “Paisano Presidencial de la Tierra del Edén” a Bucareli, Adán Augusto López, usted lector júzguelo.
Lo cierto, que ya transita en la Ciudad de México el “caballo negro”.
Sí, el “amigo entrañable”.
Uno de Macuspana. El otro de Paraíso. Ambos de Tabasco.
Al tiempo.