miércoles 5 febrero 2025
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Florencio Madariaga encarcelado por asociación delictiva, el operador de Barbosa para armar expedientes vs Esparza, Manzanilla y antorchistas

 

 

 

¡Que viva Chiapas y la 4T!

¿Por qué..?

Por una sencilla razón: “El Grupo Chiapas”, de dicho y hecho, se apoderó del gobierno de Puebla; ellos ordenan y mandatan, gritan, vociferan y cesan a quien no acate sus órdenes; no hay poder que los frene o contengan, pues todo lo ejecutan a nombre del mandatario estatal.

Los hechos así lo demuestran y hablan por sí mismos.

Tres ejemplos lo plasman con toda claridad.

Primero. Yassir Vázquez Hernández, fue presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y está acusado de desvío de recursos, por lo que tuvo que dimitir a la alcaldía; llegó a Puebla para coordinar la campaña —en la capital— al gobierno de su amigo Barbosa Huerta.

En agradecimiento —pese a haber perdido la ciudad—, el mandatario designó subsecretario de Transporte a Yassir Vázquez, pese a estar inhabilitado y con una orden de aprehensión pendiente de ejecutarse, hechos que están asentados en la causa penal 153/2015.

Y hoy deberá presentarse a la Audiencia Incidental Suspensional en Chiapas, de acuerdo con el expediente 32/2020.

Segundo. La Secretaría de Seguridad Pública y su columna vertebral de mandos medios —hasta la Dirección de Vialidad y Tránsito— está integrada por chiapanecos, encabezados por su titular Raciel López Salazar, quien fuera procurador de Justicia y fiscal General del Estado de Chiapas durante 10 años consecutivos.

Por cierto, Raciel López dejó la Fiscalía en medio de señalamientos de corrupción, persecución y presuntas ligas de protección con la mafia de trata de personas.

Pese a ello, sorprendió el anuncio del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, al designar delegado de la Fiscalía en el Estado de México a Raciel López.

—Pero— causó mayor estupor y sorpresa cuando el gobernador Luis Miguel Babosa —marzo pasado— puso al frente de la Secretaría de Seguridad Pública al chiapaneco López Salazar.

Tercero. El silencioso arribo a Puebla de otro chiapaneco: Florencio Madariaga Granados, ocupante de la oficina principal del Edificio Ejecutivo del CIS, donde — casualmente y vaya casualidad— despachó el gobernador Rafael Moreno Valle.

Ahí está el búnker del poderoso dueto chiapaneco: el “secretario sin cartera”… Florencio Madariaga y el “secretario con cartera” Raciel López.

Don Florencio hace las funciones del —inexistente— secretario de Gobernación, David Méndez Márquez y del —gris— consejero Jurídico, Ricardo Velázquez Cruz.

Madariaga Granados es el personaje que arma e integra las carpetas de investigación contra Fernando Manzanilla, Jorge Benito Cruz Bermúdez, Juan Celis y Soraya Córdova.

Más las que se acumulen contra el morenovallismo, galismo y pachequismo.

Y le ordena al fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal, que las presente y sea ejecutadas.

Tal y como lo hizo contra el rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz y su hija.

Tal y como lo ejecutó contra Eukid N.

Y con Jesús Giles Carmona.

DE ESPAÑA, A LA CÁRCEL EN CHIAPAS Y AHORA EN PUEBLA

¿Quién es Florencio Madariaga?

Personaje de la política chiapaneca que de perseguido pasó a ser persecutor.

Va breve reseña.

En febrero de 2006 Florencio Madariaga Granados es detenido por la Interpol cuando tomaba café en el campus universitario de Vicálvaro, en Madrid, acusado por el gobierno de Chiapas de asociación delictiva y malversación de 900 millones de pesos.

Ahí cursaba un doctorado de Estudios Avanzados de Derecho; y se había inscrito en el programa de Doctorado sobre Aspectos Jurídicos y Económicos de la Corrupción en la Universidad de Salamanca.

Antes, el mandatario Pablo Salazar y el procurador de Justicia, Mariano Herrán Salvatti, dieron a conocer los delitos que había cometido Florencio Madariaga a su paso por el Consejo Estatal de Seguridad Pública y como subprocurador Jurídico y Normativo de la extinta Procuraduría de Justicia de Chiapas, cargos que le dio el ejecutivo estatal Roberto Albores Guillén.

Estuvo en prisión en España un año y siete meses, mientras se daba el proceso de extradición a México; y pasó dos años en la cárcel de Chiapas.

Al llegar al Palacio de Gobierno, Juan Sabines Guerrero no sólo saca de la cárcel a su amigo Madariaga Granados, sino lo premia con una notaría pública, lo nombra consejero de las universidades públicas y, finalmente, lo instala en la Presidencia del Consejo Estatal de Derechos Humanos.

Y es cuando Florencio Madariaga amarra amistad con el procurador de Justicia, Raciel López Salazar, conformando el grupo compacto de Juan Sabines.

Sin Olvidar:

Luis Miguel Barbosa coordinó la campaña al gobierno de Juan Sabines, cuando el dirigente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, lo mandó de delegado, ahí nace una amistad, que conservan hasta el día de hoy, Juan Sabines-Miguel Barbosa.

Esta historia continuará.

—Pues— está en el tintero la muerte del junior chiapaneco en un crucero en Río de Janeiro, durante el mundial de futbol en Brasil.

Mientras tanto… ¡Viva Chiapas y la 4T!

Con la interrogante:

¿Quién sigue, señor “secretario sin cartera”?

Y la máxima… “Los carniceros de hoy, serán las reses de mañana”.

Al tiempo.