Por: Sofía Paz
(Diario ABC Puebla)
Desde que Felipe Calderón Hinojosa ordenó, como Comandante Supremo, lanzar a las calles a los militares en una tarea de refuerzo para combatir la inseguridad, sin que hubiera un solo reclamo de la Secretaría de la Defensa Nacional por actuar fuera de la ley y no tener un marco legal que los protegiera, aduciendo que únicamente obedecieron, se desató una campaña de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, Mario Delgado, Gerardo Fernández Noroña, Citlalli Hernández, Epigmenio Ibarra, entre otros muchos, de que no se justificaba la ineficiencia e incapacidad del gobierno con los soldados haciendo trabajo de la policía civil.
Llegaron a catalogar la gestión de Calderón de fascista.
“Vamos rumbo a una dictadura”, dirían muy indignados.
“Los militares deben estar en los cuarteles”, refutarían y esa sería parte de la campaña permanente de López Obrador.
Tardaron 16 años en darse cuenta que la estrategia es la mejor creando la Guardia Nacional, poniéndola bajo las órdenes de la SEDENA, pues se necesita una disciplina y preparación militar para combatir al narcotráfico, la delincuencia y que retorne la paz a la nación.
No importa que la Constitución sea violentada ni que surjan sospechas de lo que ellos mismos citaron: La llegada de una dictadura, el fascismo y la utilización del ejército para conservar el poder político.
El ahora Presidente López Obrador, cambió de parecer.
Sus seguidores, también.
Tardaron 16 años en modificar su opinión.
Olvidaron que su campaña desde 2006, entonces, resultó calumniosa.
Lo peor es que la estrategia de Calderón, continuada por Enrique Peña Nieto, fue un error adoptado actualmente.
Es una serie de contradicciones que levanta todo tipo de comentarios en los ámbitos nacional e internacional.
El próximo 16 de septiembre, fecha conmemorativa de la Independencia de México, el discurso del Presidente López Obrador será dirigido a su exitosa iniciativa de integrar a la Guardia Nacional a la SEDENA en el ámbito operativo y administrativo. De paso, felicitará nuevamente al PRI de Alejandro “Alito” Moreno, por rectificar y alejarse de las malas compañías conservadoras.
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